Una botella maravillosa...
Una uva oscura, austera, esencial.
Pocas uvas dicen tantas cosas con tan poco. Olor a incienso, a piedra románica, a frío. Un equilibrio perfecto entre la fruta, el tiempo y la madera, el bosque, el viento y la sombra. Vapor húmedo sin niebla, denso, espeso, sin movimiento, sin estridencias. Un prodigio llamado Lafleur-Gazin.
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