Sólo hubo una decisión importante en mi vida. Elegí el pincel y no la azada.
A veces siento que me equivoqué...

lunes, 26 de octubre de 2009

Los indesprendibles


En una reseca lengua que transpira
el motivo se suspende,
en un poro sangrante se diluye
sin mezclarse.




Dos cuadros que nunca han salido de casa.

lunes, 19 de octubre de 2009

Aquel estudio...


Hace unos años, cuando todavía pintaba en otro estudio con peor luz, entró un día mi amigo Javi y me preguntó extrañado -¿qué pasa, se te ha acabado el bote de rojo?- Había pasado varios años pintando casi exclusivamente en blanco, negro y rojo. Demasiado obsesionado en el proceso de trabajo que te atrapa en un continuo y repetido gesto y mirada, excluyendo todo aquello que no signifique "tu propio camino".



Mi mujer siempre me dice que mi manera de progresar es así, lenta y dificultosa, dando pequeños pasos que a mi me suponen años de trabajo, cuadros de esfuerzos y caminos vedados. Porque el cuadro debe avanzar, tener algo nuevo y diferente al anterior aunque parezca significar lo mismo. La mayoría de mis cuadros se completan en el siguiente.



En aquel estudio pinte demasiado...

jueves, 15 de octubre de 2009

Lo incómodo




Es difícil utilizar azules cuando no te has criado con ellos. Siempre ha sido un color irreal y engañoso, incómodo hasta en la paleta de cristal desde la que embadurno el lienzo. Utilizo algún cobalto, turquesa y algo de prusia, casi nunca puros. Hace unos años ni siquiera abría esos tubos de colores tan poco "naturales". Supongo que la inclusión de ellos en mi espectro pictórico fue consecuencia del trabajo a pie de campo con el paisaje. No en un ejercicio de interpretación de lo que se pinta sino en el de captar todo aquello que se ve desde la perspectiva del tiempo y su efecto en el espacio. Ese aspecto de profundidad donde el espacio sugiere un tiempo. Fue ahí donde vi la nacesidad de introducir el azul.


Una amiga me recuerda a menudo la cantidad de pinturas que han tenido que pasar hasta darme cuenta de esto.



martes, 6 de octubre de 2009

José María



José María es un apasionado antropológico del viñedo, de la tierra, del vino y de sus gentes. Elige sus clones, busca cepas viejas para injertar variedades antiguas que ya nadie conoce y moscateles poco comunes, de los de antes de que se introdujeran los llamados aquí "gossos", de mayor vigor, porte más erguido, sarmientos larguísimos y fruta generalmente más grande pero también más irregular. La madera de cepas antiguas es de un color diferente a la de esas otras traídas de Málaga hace unos cincuenta años. Aquéllas son grises y lechosas y un poco peludas, como escarchadas. Algunas con una superficie foliar mínima producen una cantidad de uva mayor que las nuevas. Las uvas son de un amarillo intenso, brillante y nacarado, pequeñas y redondas, dispuestas de manera simétrica en la arquitectura de la planta.
En la Marina hay que ser un romántico o un idealista para dedicarse a la viticultura.
Ya somos dos...


jueves, 1 de octubre de 2009

La figura y el fondo



Un fondo que pertenece a otro cuerpo
una aumentada piel,
un estrechísimo segundo
que se descubre y se cierra,
que fija una presencia.