José María es un apasionado antropológico del viñedo, de la tierra, del vino y de sus gentes. Elige sus clones, busca cepas viejas para injertar variedades antiguas que ya nadie conoce y moscateles poco comunes, de los de antes de que se introdujeran los llamados aquí "gossos", de mayor vigor, porte más erguido, sarmientos larguísimos y fruta generalmente más grande pero también más irregular. La madera de cepas antiguas es de un color diferente a la de esas otras traídas de Málaga hace unos cincuenta años. Aquéllas son grises y lechosas y un poco peludas, como escarchadas. Algunas con una superficie foliar mínima producen una cantidad de uva mayor que las nuevas. Las uvas son de un amarillo intenso, brillante y nacarado, pequeñas y redondas, dispuestas de manera simétrica en la arquitectura de la planta.
En la Marina hay que ser un romántico o un idealista para dedicarse a la viticultura.Ya somos dos...
Romantico, apasionado, ilusionista y sobre todo un currante!! te quiero papi. Juan tu blog es precioso
ResponderEliminarEs un honor que me hayas incorporado en CEPA Y PINCEL, se que es como un hijo para tí.
ResponderEliminarQuiero aprovechar para reconocer tu colaboración en la tesina de Josefina y, sobre todo, agradecerte la capacidad que tienes de trasmitir tus ilusiones.