Hace un par de años visitamos la bodega de Enrique Mendoza en Alfàs del Pi. El mismo Enrique andaba por allí subido a su tractor mientras nosotros nos sumábamos a una visita concertada para recorrer la bodega de la mano de una enóloga de Xaló, a la que le dimos la mañana. Los profesores somos los peores alumnos, preguntones y algo boicoteadores. Al final, y desarmada de paciencia, coincidimos en gustos en una pequeña cata que organizó al aire libre y tan amigos...
Cuando ya nos íbamos, conocimos a Pepe Mendoza. Una persona encantadora, apasionada, expresiva y tierna a la vez, un conocedor del campo y de sus viñas, desentrañador de esencias con personalidad mediterránea. Hablamos de unas viñas en la montaña, abancaladas y difíciles, de los labradores de la zona, tozudos y poco dados a los cambios, del turismo sobreexplotado y de la vida en particular.
El otro día me llegó un correo suyo contándome que conoce unos cuantos viñedos con alma y ya me ha metido el gusanillo dentro...
El cuadro está en casa de Rosa.
Si mal no recuerdo, "yo estuve alli", ese dia disfrutando de la cata, el buen clima, y la buena atmosfera.
ResponderEliminarComo pasa el tiempo.. ya hace 2 anyos...
bueno... tampoco preguntaste tanto... siempre viene bien que alguien dinamice un poco las explicaciones... sino queda como que "dejate de rollos" y vamos catar...
Fue un placer disfrutar de la amabilidad y hospitalidad de la familia Mendoza.