Sólo hubo una decisión importante en mi vida. Elegí el pincel y no la azada.
A veces siento que me equivoqué...
A veces siento que me equivoqué...
domingo, 27 de junio de 2010
El destino
El destino. ¡Mi destino! La vida es una bufonada: esa disposición misteriosa de implacable lógica para un objetivo vano. Lo más que se puede esperar de ella es un cierto conocimiento de uno mismo, que llega demasiado tarde, y una cosecha de remordimientos inextinguibles. Yo he luchado a brazo partido con la muerte. Es la disputa menos emocionante que podáis imaginar. Tiene lugar en una indiferencia impalpable, sin nada bajo los pies, sin nada alrededor, sin espectadores, sin clamor, sin gloria, sin el gran deseo de la victoria, sin el gran miedo de la derrota, en una atmósfera enfermiza de tibio escepticismo, sin demasiada fe en tu propio derecho, y todavía menos en el del adversario. Si tal es la forma de la sabiduría última, entonces la vida es un enigma mayor de lo que la mayoría de nosotros cree. Estuve a menos de un paso de la última oportunidad de pronunciarme, y descubrí con humillación que probablemente no tendría nada que decir.
Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas.
domingo, 20 de junio de 2010
Orchis tenera
El otro día, recorriendo la Serra Mariola, tropezamos con esta blanquecina orquídea. Justo detrás, y con las flores casi secas, había una mucho más oscura y púrpura. Como muchas de sus hermanas, con ese aspecto de insecto palo, ciego con antenas que parecen sábanas iniciando el vuelo. Como una deidad con forma vegetal a punto de escindirse y planear...
Llevo años intentando que muchos de mis primeros brochazos en un cuadro no acaben sepultados por kilos de pintura perdiendo esa sutil fragancia floral que desprende el aceite todavía tierno.
lunes, 14 de junio de 2010
Sarmiento blanco sobre fondo oscuro
Un hombre delgado como un palo seco estiró un brazo de sarmiento blanco sobre fondo oscuro para llamar con ello la atención del compañero, que esperaba junto a él, a unos dedos de distancia inalcanzable, igual de enmarcado. Quería decirle un par de cosas de esas que se suelen dejar para mejor momento. Y se preguntaba por qué el descuido, el maltrato, y una indigestión de aguarrás habían rosado los trazos de la nube de fuego que difuminaba sus piernas. Se preguntaba a qué venía el fluorescente que todas las tardes, de seis a nueve (o de ocho a once según la estación) le quemaba sus ojitos y pechitos y cartílagos puntiagudos, sus arrugas de materia extraña y absurda. Se preguntaba...
Un texto de mi amigo Angel de hace tiempo. Me visitaba a menudo cuando tenía el otro estudio.
El cuadro está en casa de Toni.
lunes, 7 de junio de 2010
Ophrys fusca
El otro día, paseando por Bèrnia con unos amigos, nos encontramos varias de estas alargadas y oscuras orquídeas. Vimos cuatro o cinco en la umbría mientras subíamos al Forat. Tenían un aspecto algo siniestro, como pequeños meteoritos púrpura caídos hace poco tiempo y todavía calientes, extraños e inadaptados. Su labelo aterciopelado y esas dos manchas centrales color plomo me recordaron unas viñas cercanas de las que me había hablado Pepe Mendoza hace tiempo...
Encontré también un tulipán silvestre.
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