Sólo hubo una decisión importante en mi vida. Elegí el pincel y no la azada.
A veces siento que me equivoqué...
A veces siento que me equivoqué...
viernes, 2 de julio de 2010
La delgada línea negra
Si en algo se diferencia radicalmente la pintura de mi padre y la mía, es en el tratamiento y significado que le damos al dibujo. Para él, siempre de manera sustractiva, la línea representa una necesaria síntesis entre lo abstracto y lo concreto, siempre de color negro, funciona como idealidad irreversible y, a la vez, como esencia pictórica, más allá de lo real. Un arabesco abstracto trazado sobre una mancha precisa de color, sobre ese conductor orgánico que siempre ha sido el color en sus cuadros.
El fragmento de arriba es de un cuadro suyo, el de abajo, mío.
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