Sólo hubo una decisión importante en mi vida. Elegí el pincel y no la azada.
A veces siento que me equivoqué...
A veces siento que me equivoqué...
lunes, 27 de septiembre de 2010
Para dos amigos
Mi amigo José tenía una novia cuando estudiábamos que me quería mucho. Una vez me regaló un par de espátulas (me dijo que con eso pintaría mejor) que todavía conservo y que utilicé a rabiar durante un tiempo. Había una delgada como una raspa y flexible en extremo. Apretaba el color y la pasta hasta retorcerla y mezclarla velando los tonos, haciendo pequeñas grietas en un papel demasiado satinado y escurridizo. Con un pincel puntiagudo iba dibujando.
Esta noche ceno con dos queridos amigos y les voy a regalar dos de ellos...
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