El día que encontré unas cuantas agrupaditas era casi de noche y con mi mala vista apenas pude hacerme una idea. Al día siguiente, después de haber dormido intranquilo, bajé con mi mujer y sus dos enormes y precisos ojos, bancales abajo a localizarlas. Al ver ese esmaltado azul cobalto rodeado de párpados aterciopelados y carmines recordé aquellos paisajes quemados que pintaba con mi padre de pequeño donde las vetas de vegetación abrasada mantenía los contornos de las formas.
Sólo hubo una decisión importante en mi vida. Elegí el pincel y no la azada.
A veces siento que me equivoqué...
A veces siento que me equivoqué...
lunes, 30 de mayo de 2011
Ophrys speculum
El día que encontré unas cuantas agrupaditas era casi de noche y con mi mala vista apenas pude hacerme una idea. Al día siguiente, después de haber dormido intranquilo, bajé con mi mujer y sus dos enormes y precisos ojos, bancales abajo a localizarlas. Al ver ese esmaltado azul cobalto rodeado de párpados aterciopelados y carmines recordé aquellos paisajes quemados que pintaba con mi padre de pequeño donde las vetas de vegetación abrasada mantenía los contornos de las formas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario