El primero en fermentar va a ser, como siempre, el moscatel. Esta vez con algo de planta fina de nuestras nuevas cepas. No se parecen en nada salvo en que las dos son uvas blancas. La una, ovalada, gorda, dulce casi barroca, la piel dura, poco elástica, y la otra, delicada, translúcida, sensual y a la vez muy local.
Parece que la mezcla le gusta a nuestro pequeño...
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