Para Tiziano, el verdadero pintor es aquel que sólo necesita tres colores: blanco, negro y rojo. Le faltó aclarar el tipo de rojo, me hubiera hecho un gran favor...
Cada vez que salgo de la tienda donde compro colores, en el centro de Valencia, tengo la sensación de que esta vez sí he dado con él. Entre todos los tubos de rojos, bermellones, carmines, lacas, garanzas, cadmios, rosas y titanes que llevo años comprando y que guardo al llegar a casa en la caja de pinturas, justo al lado de idénticos colores que todavía no he utilizado o sólo a medias, debe estar aquello que busco.
Cuando estoy con mi mujer en alguna cata, (sólo voy con ella porque hemos elaborado juntos un intrincado laberinto de recuerdos, asociaciones, diferencias y puntuaciones que sería pesadísimo compartir con otra persona) y se describe la fase visual, rubí, picota y todo eso, yo recuerdo mis tubos de rojo, mis cuadros en los que el rojo está siempre tan presente, de principio a fin y en todas sus fases. Me entra esa angustia desoladora que siento al buscar en mi caja de pinturas, repleta de tubos rojos, el color buscado, el rojo Marte, sanguíneo y energético que aún no he encontrado.
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