Una obra de mi amigo Albert...
Era una escultura antigua que tenía en el inclinado jardín de su casa. Se ha transformado y dejado de ser algo que se imponía violentamente a la salida de su estudio como una molesta plaga pétrea y descolorida para evocar, de repente y gracias a una pinada cercana, una ausencia placentera y cautivadora, algo hipnótica ...Albert atiende y asiste de manera creadora el paso del tiempo en la naturaleza...