Una de las cosas más alucinantes que tiene esta viña (elegida desde la prehistoria) es su poder telúrico. La gravitación sobre estas piedras a las afueras de este pequeño desfiladero produce un efecto inerte y levitador como de algo envasado al vacío, viciado e imantado a la vez...
Un par de bancales arriba hay una minúscula ermita repleta de higueras. Una especie de monolito ciego y amenazador...
Mi amigo Vicent se ocupa de estas viñas. Siempre que lo veo por estos estrechos bancales me recuerda a un astronauta.
Bello post querido amigo. Gracias
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