Esta tarde ha llegado un paquete directo desde la bodega de Toni Gelabert. Imagino que serán los sarmientos que me prometió, unas varas para injertar sobre unos 350 pies.
Nada mas llegar lo he dejado sobre mi vieja lambretta y, sin darme cuenta, éste ha sido su primer y extraño contacto con la isla. El segundo será en verano cuando la embarquemos junto con otras dos y nos recorramos la isla tres viejos amigos de la facultad. Seguro que visitamos a Toni y nos bebemos algo juntos, esta vez invitaré yo y si quiere le pegaré una vuelta con mi Deep Blue...