El domingo estuvimos en Barcelona en Vinsnus. Nos encontramos allí a Rafa y Silvia del sexto elemento, viejos amigos, honestos.
Probamos unos treinta o cuarenta vinos, todos naturales, artesanos o como los queramos llamar. Quizá, lo que mas los diferencie de otros es que no son productos industriales. Hace poco encontré por las redes una vieja compañera de la facultad a la que le gustaba un cava que, ciertamente, no está mal, pero tan alejado de esa otra filosofía que a nosotros nos gusta y que practicamos en el campo y en la bodega, donde todo lo que hacemos es cualquier cosa menos industrial. No se busca un producto que se pueda repetir, producirlo en serie, o hablar de él sin importar el año, la lluvia, los insectos, las levaduras, la temperatura, los hongos, cosas que todos los elaboradores de vinos naturales te iban contando cuando te acercabas copa en mano a sus mesas.
Me quedé pensando en todo esto el otro día, después de hablar con Ana tras veinte años sin saber de ella...
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