Asistimos en noviembre al “Taste de Porrera”, en parte porque soy lector del blog de Dominic y tenía curiosidad por ver el Priorato del que tanto me habían hablado. Y, mira por dónde, no vimos apenas nada de la comarca, ni una cepa, salvo desde el coche. Pero sí que bebimos unos cuantos vinos que no me atrevería a describir porque me aburre mortalmente. Sólo diré que uno de los primeros que probé fue el “Vinyes Altes” de Clos Dominic y me gustó demasiado: destila transparencia y proximidad, seduce desde la paleta de carmines con que te recibe. Ya me pasó cuando lo probé en el Wine Bar del Enópata: no se deja beber, es irresistible por independiente, no se puede evocar, es como una droga en el recuerdo, como una madre a la que no has conocido...
Estuve charlando un rato con Paco, marido de Dominic y el que cuida la viña, de cosas nuestras (abonos, podas, tratamientos y demás). A la gente del campo nos atrae el campo más que las personas, así que hablamos poco.
Y lo mejor del fin de semana fue que conocimos a un par de tipos que aterrizaron por allí ajenos al mundo del vino y con los que lo pasamos en grande. Nos hicimos como “hermanos de vinos”. Él quedó segundo en el concurso de tiro de hueso de aceituna, (hace boxeo y está fuerte de cojones). A ella le encantaba la palabra “retrato” y, claro, como soy pintor mi mujer a la vuelta me dijo: “venga Juan, hazles uno” y como no sé decir que no...
nen ja et decidiras a fer el retrat pendent de la teua santa mare
ResponderEliminarhola soy rut. me encanta el cuadro.t lo compro...cuanto pides?? jaja bstos
ResponderEliminarYo también quiero un cuadro tuyo....
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