Sólo hubo una decisión importante en mi vida. Elegí el pincel y no la azada.
A veces siento que me equivoqué...

martes, 10 de mayo de 2011

Elisa

El otro día encontré esta siamesa ophrys scolopax:

Y me acordé de la historia de mi abuela...
Mi bisabuelo Batiste tuvo mellizas, las pequeñas, las últimas en aparecer en esta historia, mi abuela Elisa y su hermana María. Elisa cambió de padres en ese instante, pasó a manos (que no al pecho, que esa es otra historia) de su tía Dolores y su tío Víctor, a partir de entonces, sus nuevos padres. En aquellos tiempos era algo bastante habitual regalarle a una hermana uno de tus hijos y así, la hermana de mi bisabuelo (a quién se le morían los hijos al nacer) pasó a ser durante el resto de su vida la madre de mi abuela Elisa.
De bien pequeñita la embarcaban para que visitara a quienes creía ella que eran sus tíos y que vivían en el carrer de la Independència en Barcelona. Parece que lo asumió a eso de los quince años...
Dolores vivió toda su vida con ella, incluso al casarse su hija con mi abuelo Salomón.
Mi padre, que la adoraba, siempre me ha contado emocionado que al poner la llave en el paño de casa la empezaba a saludar, ¡abuela!, y ella, que sólo escuchaba "uela", respondía: ja estàs ací!

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